ME DIRIJO A VOSOTROS
El conocimiento no os hará felices si os falta el amor, pues es sólo conocimiento muerto que el entendimiento ha absorbido, pero que todavía no ha podido tocar el corazón, que carece de amor. Esto también debería ser tomado en serio por quienes han adquirido conocimiento espiritual a través del estudio, cuyo entendimiento trabaja diligentemente, quienes han acumulado mucho de ese conocimiento y creen que ahora están capacitados para poder estar activos como mis proclamadores, como Mis representantes.
Todavía no conocen la diferencia entre ese conocimiento adquirido y el que les llega desde dentro a través de obrar en amor … Y primero tenéis que aprender esta diferencia antes de poder llegar a ser verdaderos siervos Míos en la Tierra. La verdadera luz interior enciende primero el amor, y solo entonces reconocerán todas las correlaciones con claridad y nitidez. Sólo entonces podrán hablar con claridad, porque ellos mismos ha cobrado vida a través de una vida de amor y ahora también pueden ayudar a sus semejantes a cobrar vida.
Cualquier conocimiento, incluso la verdad pura, resulta incomprensible para quienes que viven sin amor, aunque se ocupan con el intelectualmente. Pero es un bien espiritual aprendido que les aporta poca iluminación, y que, por lo tanto, tienen que transmitirlo como es su deber cuando hayan obtenido un puesto de profesor, pero que nunca ofrece una explicación completa a las preguntas que les planteará un ser humano que busca seriamente la verdad. Porque las correlaciones les resultan ajenas, ya que Yo Mismo me he reservado el derecho de explicárselas a los humanos, pero también establezco condiciones al respecto: que los seres humanos vivan en amor. Solo entonces ilumino su espíritu, y solo entonces son capaces de trabajar con su conocimiento de tal manera que traiga bendición, que los corazones estén abordados y que lo muerto cobre vida.
Por lo tanto, no cada uno está cualificado para enseñar, incluso si su intelecto está altamente desarrollado y dispone, humanamente hablando, de un gran conocimiento. Entonces enseña a sus alumnos siempre sólo el mismo conocimiento muerto, usando repetidamente siempre ciertas palabras y frases que, al considerarlas seriamente, carecen por completo de sentido, pero son “tradiciones” que no se cuestionan. Si un ser humano es de espíritu iluminado las enseñanzas siempre le desconciertan, y busca comprenderlas … Así, busca Mi apoyo y Me pide aclaración, y entonces reconoce claramente cómo han de ser entendidas o si son meras afirmaciones sin valor destinadas a ocultar cierta ignorancia.
El bien espiritual no se puede ganar a través del estudio, porque mientras que el espíritu no esté iluminado por una vida de amor, ese conocimiento sólo puede valorarse como conocimiento mundano, incluso si toca problemas espirituales. Sin embargo, en cuanto Yo Mismo puedo obrar en el ser humano, este penetra en las profundidades de lo que su intelecto ha absorbido … Y entonces, de repente, surge la luz en su interior; entonces sabe que la luz del conocimiento es un bien verdaderamente precioso, y entonces está tan íntimamente unido a Mí en pensamiento, en oración y a través del trabajo constante de amor, que recuerda con horror aquel tiempo en que sólo era un predicador muerto de Mi Palabra … Porque ahora hay vida en él, y ahora el conocimiento que hay en él se ha convertido en cognición y ahora puede afirmar con razón que se ha encendido una luz en su interior.
Pero jamás brilla una luz como tal donde no hay amor … el amor que sirve completamente desinteresadamente, que siempre hace feliz y nunca exige … Hasta que el ser humano no haya entrado en este vínculo íntimo Conmigo a través del trabajo del amor, nunca podrá decir de sí mismo que es sabio, porque sólo puede obtener la cognición correcta de Mí Mismo; la cognición correcta no puede aprenderse, sino que tiene que adquirirse a través del trabajo del amor …
Amén